Comunitarios denuncian que transitar por sus calles se ha vuelto una odisea
Residentes aseguran que cada vez que llueve deben salir con palas y picos para crear drenajes improvisados. Denuncian que el agua estancada genera mal olor, atrae plagas y daña los vehículos, mientras exigen la intervención urgente de las autoridades municipales.
Actualizado: 10 de Noviembre, 2025, 08:36 PM
Publicado: 10 de Noviembre, 2025, 08:31 PM
Santo Domingo.– Caminar por estas calles, de acuerdo con varios comunitarios, se ha vuelto toda una odisea. Cuando llueve, salir de sus casas resulta casi imposible. Este lunes, algunos residentes tuvieron que armarse de palas y picos para abrir drenajes improvisados que permitieran el paso del agua.
Según denunciaron, la acumulación de agua genera un fuerte mal olor y atrae plagas, lo que mantiene a las familias atemorizadas. El mal estado de las vías también afecta a los propietarios de vehículos, quienes aseguran que los rodamientos, cremalleras y otras piezas sufren daños constantes.
- “Cuando caen dos gotas de agua hay que coger una yola, porque no hay quien pase. Ni el 9-1-1 puede entrar cuando alguien se pone grave”, lamentó una residente visiblemente preocupada.
Otros comunitarios explicaron que han clamado por la intervención de las autoridades, pero aseguran que sus reclamos han sido ignorados. “Aquí no hay síndico ni nadie que dé la cara. Todo está abandonado”, expresó otro de los afectados.
El problema se agrava por los vertederos improvisados en las calles. Según explicaron, el servicio de recogida de basura puede tardar hasta tres semanas en pasar, lo que los obliga a depositar los desechos en la vía pública.
“Esto es un peligro para nuestra salud. El mal olor es insoportable y los mosquitos no nos dejan tranquilos”, dijeron.
Un joven denunció que tuvo que dejar su motocicleta varada durante cuatro días debido al lodazal. “No había forma de sacarla. Uno piensa setenta veces antes de salir porque por donde quiera hay un lodazal”, contó.
Los comunitarios esperan que las autoridades escuchen sus reclamos y tomen medidas urgentes para mejorar el drenaje y el estado de las calles, antes de que una nueva lluvia vuelva a paralizar la zona.
La situación se agrava con cada lluvia
Los vecinos afirman que, tras cada aguacero, las viviendas se inundan y el agua llega hasta las aceras, afectando electrodomésticos y muebles.
Algunos incluso deben refugiarse en casas de familiares hasta que el nivel del agua baje. “No se puede dormir tranquilo cuando llueve. Pensamos que en cualquier momento el agua entrará de nuevo”, expresó una madre de familia.
Los afectados insisten en que no buscan promesas, sino soluciones concretas. Solicitan la reparación de las calles, un sistema de drenaje adecuado y una recogida de basura más frecuente. “Pagamos nuestros impuestos y merecemos vivir en condiciones dignas”, exclamó un comunitario que pidió ser escuchado.

