Expertos alertan sobre el riesgo de que el mercado de carbono se desvirtúe

São Paulo. – El mercado de carbono, diseñado como un instrumento clave para combatir el cambio climático, podría convertirse en una simple transacción económica si no se garantiza su integridad ambiental, advirtieron especialistas durante el III Foro Latinoamericano de Economía Verde (FLEV), celebrado este jueves en Brasil y organizado por la Agencia EFE.

El físico Shigueo Watanabe Jr., colaborador de la ONG Climainfo, afirmó que el verdadero objetivo del mercado de carbono es incentivar la reducción global de emisiones y no perpetuarse como un mecanismo de lucro.
"Si funciona para lo que se propone, deja de existir.

Necesito el mercado de carbono para que todos reduzcan sus emisiones. Cuando eso pase, ya no será necesario", explicó.

Financiamiento verde y ejemplos concretos

En el panel también se discutieron otros mecanismos financieros como los bonos verdes y los fondos internacionales para apoyar la transición ecológica. El secretario ejecutivo de la Asociación Brasileña de Desarrollo, André Godoy, destacó el rol de los bancos de desarrollo y las entidades públicas en la financiación sostenible.

Entre 2020 y 2023, estas instituciones movilizaron casi dos billones de reales en financiamiento verde. Godoy mencionó iniciativas como la subasta ´Eco Invest´, que permite captar recursos para proyectos verdes, y el fondo soberano del estado de Espírito Santo, financiado con regalías del petróleo para apoyar la descarbonización.

Pocos proyectos listos en la Amazonía

La especialista del Instituto Amazônia +21, Amanda Frizzo, ofreció una perspectiva desde el territorio y alertó que, aunque existe mucho capital disponible, hay pocos proyectos listos para recibirlo. Subrayó la necesidad de estructurar adecuadamente estas iniciativas para que puedan atraer inversión.

El III FLEV abordó los principales desafíos para avanzar hacia una economía verde en la región. El evento contó con el patrocinio de ApexBrasil, Norte Energia y Lots Group, y la colaboración de Imaflora, el Observatorio del Clima y la universidad IBMEC, que albergó el encuentro en su auditorio en São Paulo.