Dos Minutos: Sicología del poder

"Cuando las personas se sienten poderosas, mienten más, hacen más trampas".

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Santo Domingo.- El poder da confianza, a veces demasiada. El psicólogo Dacher Keltner de la Universidad de Berkeley lo comprobó en un laboratorio.

Cuando las personas se sienten poderosas, mienten más, hacen más trampas, incluso llegan a llevarse dulces que eran para niños. No es solo cuestión de actitud, también es biología.

El poder sube la testosterona, baja el cortisol, menos estrés, más sensación de seguridad, y en consecuencia, más sensación de imbecilidad. Suena atractivo, te sientes fuerte, seguro, intocable, pero aquí está la trampa. Esa sensación puede empujarte a saltar sin mirar dónde vas a caer. Keltner lo llama la "paranoia del poder".

Las virtudes que te llevan a la cima, la humildad, la empatía, la cooperación, muchas veces empiezan a desgastarse justo cuando más las necesitas. A eso suma el entorno, un entorno que rara vez dice no, que prefiere asentir, callar o aplaudir, y ahí está el riesgo.

Cuando nadie frena, el que manda acelera.

En política lo hemos visto, en empresas también, proyectos que parecían seguros terminan en desastre, todo por no escuchar, por no detenerse a pensar.

Mucha gente en el poder debe sanar, sanar para frenar, sanar para escuchar, sanar para no dejarse llevar, por esa confianza que sin control se convierte en exceso.

Próximo Dos Minutos

En el próximo Dos Minutos veremos cómo la adulación y el aislamiento pueden ser la peor droga para quien manda. 

Víctor Bautista

Víctor Bautista

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