Prolongados apagones en el Distrito Nacional desatan protestas
Residentes de barrios como Simón Bolívar, 24 de Abril y Las Cañitas en el Distrito Nacional enfrentan apagones prolongados, afectando su calidad de vida y generando protestas en busca de soluciones.
Actualizado: 04 de Septiembre, 2025, 09:17 PM
Publicado: 04 de Septiembre, 2025, 07:37 PM
Santo Domingo.– Residentes de sectores como Simón Bolívar, 24 de Abril y Las Cañitas en el Distrito Nacional enfrentan apagones prolongados que han afectado su calidad de vida.
Según informes, los cortes de energía eléctrica en estas zonas se extienden por más de 12 horas, lo que ha generado malestar entre los habitantes. La situación se ha vuelto insostenible, especialmente para los comerciantes que dependen de la electricidad para sus negocios.
La Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) ha informado que se están llevando a cabo trabajos de mantenimiento en la subestación Capotillo, lo que ha provocado interrupciones en el suministro eléctrico en varios sectores del Distrito Nacional, incluyendo Simón Bolívar, 24 de Abril y Las Cañitas. Sin embargo, los residentes expresan su frustración por la falta de información y soluciones concretas por parte de las autoridades.
Las protestas han aumentado en estas comunidades, con residentes que exigen un suministro eléctrico estable y transparente. Han recurrido a medidas como la quema de neumáticos y bloqueos de calles para llamar la atención de las autoridades y exigir una solución inmediata a la crisis energética que enfrentan.
La situación ha generado preocupación entre los habitantes de estos barrios, quienes piden a las autoridades que tomen medidas urgentes para garantizar un suministro eléctrico constante y confiable. Mientras tanto, los residentes continúan enfrentando las consecuencias de los apagones prolongados, que afectan su bienestar y el desarrollo económico de la zona.
Impacto económico y social en aumento
Los prolongados apagones no solo afectan la rutina diaria de los residentes, sino que también están generando serios daños a la economía local. Comerciantes y pequeños negocios de los sectores afectados reportan pérdidas constantes debido a la imposibilidad de mantener refrigeración, iluminación o equipos electrónicos funcionando.
Muchos se ven obligados a invertir diariamente en combustible para plantas eléctricas o enfrentar la paralización total de sus operaciones. Esta situación pone en riesgo empleos y debilita el tejido económico de comunidades vulnerables.
- A nivel social, la falta de energía eléctrica ha incrementado los niveles de estrés, inseguridad y frustración entre los ciudadanos.
La oscuridad durante las noches favorece actos delictivos y crea un ambiente de tensión permanente. Padres de familia, jóvenes y adultos mayores coinciden en que estos apagones están afectando la salud mental de la población, especialmente en un contexto donde las altas temperaturas agravan la incomodidad.
Muchos exigen no solo respuestas inmediatas, sino también una planificación más clara y equitativa por parte de las distribuidoras eléctricas.
