La película "El baile de los 41", la fiesta clandestina que terminó en represión

El insulto —"maricón"— apareció en titulares de los diarios con fines destructivos; y la prensa hizo de verdugo que no informaba sino "disciplinaba": convirtió a esos 41 hombres en un recordatorio público de lo que la sociedad debía repudiar.

En los días siguientes, la prensa magnificó el suceso, transformándolo en un festín mediático de "vicio" y "degeneración".

A pesar de las gestiones de algunas familias, la mayoría de los 41 fueron condenados arbitrariamente a trabajos.

La película de 2020, que reconstruye este trágico episodio, sirve como un recordatorio de que las historias silenciadas terminan exigiendo ser contadas.

3 minutos de lectura
La película "El baile de los 41", la fiesta clandestina que terminó en represión

Escuchar el artículo
Detener

REDACCIÓN.– La película "El baile de los 41" está inspirada en un escándalo social y represivo que ocurrió la madrugada del 18 de noviembre de 1901 en la Ciudad de México, bajo el régimen de Porfirio Díaz, cuando 42 hombres dela élite se reunieron para celebrar su libertad de expresión y género.

El evento central fue una fiesta privada y secreta en una casa de la colonia Tabacalera, donde 42 hombres de la élite social se reunieron para celebrar su libertad de expresión y género, lejos de las rígidas normas de la época. Algunos vestían trajes de etiqueta, mientras que otros llevaban vestidos, pelucas y maquillaje, desafiando abiertamente la moral social.

Sin embargo, este "refugio seguro" fue violentamente irrumpido por la policía. Aunque no se cometió ningún delito legal, los agentes, actuando bajo el pretexto de custodiar la "moral y buenas costumbres", detuvieron, humillaron y exhibieron públicamente a los participantes.

La crueldad incluyó golpes y obligarlos a barrer la calle vestidos con sus ropas femeninas.

El Misterio del Ausente y el Origen del Estigma

Al hacer el recuento, solo se registraron 41 detenidos. El hombre número 42 desapareció de la lista, un silencio oficial que la historia atribuye a Ignacio de la Torre y Mier, yerno del propio presidente Porfirio Díaz.

Su cercanía con el poder le habría garantizado la impunidad, borrando su nombre de los registros y el escarnio público.

Este hecho dejó una huella imborrable: el número 41 se transformó en un insulto, un tabú y un estigma asociado a la homosexualidad en la cultura popular mexicana, siendo evitado en direcciones y números oficiales.

El castigo y la transformación en símbolo

En los días siguientes, la prensa magnificó el suceso, transformándolo en un festín mediático de "vicio" y "degeneración", sin cuestionar el abuso de autoridad. Los detenidos fueron ridiculizados y convertidos en un ejemplo público de lo que la sociedad debía repudiar.

A pesar de las gestiones de algunas familias, la mayoría de los 41 fueron condenados arbitrariamente a trabajos forzados en lugares brutales como Yucatán, donde las condiciones inhumanas causaron la muerte de muchos.

Los que vestían ropa femenina sufrieron la peor parte de la violencia, siendo considerados una doble transgresión a la moral por su feminidad visible.

No obstante, lo que fue un intento de borrar una historia de "decadencia" terminó convirtiéndose en un símbolo de resistencia. Más de un siglo después, la comunidad LGBTIQ++ ha reivindicado el número 41, usándolo como emblema de orgullo y memoria, como se vio en la Marcha del Orgullo de 2019.


La película de 2020, que reconstruye este trágico episodio, sirve como un recordatorio de que las historias silenciadas terminan exigiendo ser contadas.

Agencias

Agencias

Biografía completa »
Sígueme en :
LO MÁS LEÍDO
LO MÁS VISTO
TE PUEDE INTERERSAR