El Congreso Nacional necesita, urgentemente, una reingeniería

En su tiempo libre, los congresistas, pueden hacer obras sociales con dinero de sus ingresos personales; recordemos que tienen buen salario y que para ejecutar su misión reciben dieta, viáticos por sesión o comisión, gastos de representación, vehículos, etc. ¡ofrézcome!.

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El Congreso Nacional necesita, urgentemente, una reingeniería

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Los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, si realmente desean trazar directrices adecuadas, educar, ayudar, implementar justicia y elevar el nivel de vida a la población, deben respetarla y evitar caer en contradicciones entre lo que teorizan y   ejecutan.  En esta oportunidad, daré algunas pinceladas sobre actitudes y acciones del Congreso Nacional, indicadores de que requiere, urgentemente, una reingeniería, para lograr mejor rendimiento.

El Poder Legislativo es el que establece las leyes que rigen toda la nación; se ejerce por un Congreso de la República, compuesto por un Senado, con 32 senadores   y una Cámara de Diputados, con 190 miembros; son elegidos por el pueblo; su misión es legislar, fiscalizar y representar. Sin embargo, la mayor parte de su tiempo lo dedican a actividades que corresponden a otros organismos, porque le permiten exhibirse de manera presencial en las comunidades, con fines reeleccionista, promoviendo su partido político. Con ese fin, se han asignado millones de pesos en lo que popularmente llaman “barrilito”;  lo reciben mensualmente, lo gastan a su antojo y con mucha publicidad, cuando invierten algo en pro de la comunidad.  

Es obvio, que descuidan su misión para ejecutar actividades que corresponden a otras instituciones del Estado; para frenarse, deberían establecer una ley que impida tomar dinero del pueblo con esos fines; deben enseñar a que   se canalicen por el organismo correspondiente, no duplicarse; pero no lo hacen porque afecta sus ingresos y campaña política. Indiscutiblemente, pueden atender necesidades del pueblo, pero con dinero de su bolsillo o partido político, pero no asignándose un “barrilito”, que le dé luz verde, para vivir en campaña política; es una ventaja desleal, versus otros grupos del Estado.

 En cierta forma, los legisladores son culpables de algunas anomalías; fiscalizan poco; hay incumplimiento de leyes y otras deben ser actualizada; hay duplicidad de funciones, gastos innecesarios; contribuyen al tránsito congestionado ,pues  se autoasignaron dos exoneraciones por periodo; deberían proponer la eliminación de ese privilegio y que el Estado le asigne un vehículo y cubra el seguro. Por estar manejando su “barrilito”, descuidan los asuntos esenciales de su misión como reformar el Código Penal; tiene décadas congelado; parecería que evaden poner penalidades asociadas a la administración de fondos públicos por que afectarían su “barrilito”.

Procede que ponderen con objetividad “las tres causales” pero le huyen; prefieren dedicarse a dar reconocimientos, poner nombre a calles, etc.… Los legisladores deben evitar que el Congreso sea una cuna de políticos; procede reducir los senadores y diputados a menos de cien, eliminando los de Ultramar, no son necesarios; con menos legisladores, serán más eficiente; se concentrarán en su misión. Tenemos algunos, “que sacaron el acta de nacimiento y están esperando tener acta de defunción” en el Congreso; la vida entera disfrutando de privilegios sin hacer nada que puedan exhibir con orgullo en pro de la patria; debería darle vergüenza, pero la han perdido; ocultan su ineficiencia y se mantienen en el poder, anestesiando la provincia con “regalos del barrilito “. Olvidan que deben ser honestos, ejemplares; que deben dar luces, no sombras.  

En su tiempo libre, los congresistas, pueden hacer obras sociales con dinero de sus ingresos personales; recordemos que tienen buen salario y que para ejecutar su misión reciben dieta, viáticos por sesión o comisión, gastos de representación, vehículos, etc. ¡ofrézcome!. Parecería, que usan el poder para enriquecerse, promoverse, burlándose del pueblo. Han hecho del Congreso Nacional una atractiva cuna para los politiqueros. Ojalá quiten el barrilito, de esa manera a muchos no les interesará ser legislador y el cambio será en pro de su misión. ¡Oh, Dios, ilumina nuestros legisladores, ¡controla sus debilidades y concéntralos en el desarrollo de la nación!

Venecia Joaquín

Venecia Joaquín

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