Bolsonaro deja la prisión domiciliaria para ir al hospital, por una emergencia médica

São Paulo.– El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro abandonó este martes la residencia donde cumple prisión domiciliaria para dirigirse de urgencia a un centro médico, tras registrar una "fuerte crisis de hipo, vómitos y presión baja".

Así lo informó su hijo y senador, Flávio Bolsonaro, a través de una publicación en su cuenta de X, quien además contó que su padre fue escoltado al hospital por "los policías penales que vigilan" su domicilio, por tratarse de una emergencia médica.

Es la segunda salida que el exmandatario de 70 años realiza a este mismo centro médico en menos de una semana, luego de que este domingo fuera sometido a un procedimiento médico ambulatorio y programado para extirpar quirúrgicamente ocho lesiones cutáneas.

Autorización previa del tribunal

La salida del fin de semana fue realizada con la autorización previa del magistrado Alexandre de Moraes, juez instructor de las causas judiciales que enfrenta el expresidente.

El líder de la ultraderecha brasileña, recientemente condenado a 27 años y tres meses de prisión, enfrenta en los últimos años diversos problemas en el aparato digestivo, producto de las secuelas de una puñalada sufrida en 2018, durante un mitin de campaña presidencial.

Antecedentes médicos recientes

De hecho, en abril pasado fue sometido a una larga operación para resolver una oclusión intestinal que lo mantuvo hospitalizado por tres semanas.

En el marco de sus atribuciones legales, el Ministerio Público actúa ante cualquier indicio de la posible comisión de hechos delictivos que afecten el orden público, la seguridad ciudadana o los derechos fundamentales de las personas.

Cuando se recibe una denuncia, se activan los mecanismos correspondientes para iniciar una investigación penal, con el objetivo de verificar la veracidad de los hechos, identificar a los posibles responsables y proceder conforme al ordenamiento jurídico vigente.

Este proceso se lleva a cabo garantizando el debido proceso, la presunción de inocencia y el respeto a los derechos fundamentales, tanto de las víctimas como de las personas investigadas.